Cuando nací el frio estaba aún un
poco lejano, esperando cobijarme con poco para sentir calor; y como nací en la
cuna de una pareja que se amaba locamente pues no puedo decir menos que
agradecido nací.
Y como van a ver luego siempre ha
sido una constante ser agradecido, no por falsa humildad sino que es cierto mi
vida ha transcurrido entre las bondades de muchos con lo cual no puedo tener
arrogancia alguna sobre mis éxitos ya que le debo todo a cada uno de los ángeles
que he conocido hasta hoy.
Volviendo a mi nacimiento fue muy
gracioso ya que en la época que nací los adelantos para los partos no estaban
tan avanzados con lo cual me han sacado por algo que llamaban forcé y he nacido
casi con dos cabezas te imaginaras lo feo que fueran las primeras fotos donde
todo el mundo dice hay que bello él bebe aun cuando no sea nada bonito, pues yo
era uno de esos, un bebe con una cabeza casi doble.
Tal vez ese echo marco que fuera tan ávido
a conocer, desde pequeño he tenido la necesidad de explorar, la necesidad de
saber cómo funcionan las cosas y cada vez más me convenzo que son muy fáciles que
todo es un poco de lógica y dedicación nada más, no veo nada sobre extraordinario,
veo que todo es posible la limitación la tenemos en las realidades propias de
cada uno de nosotros, en nuestra historia, en nuestra manera de vivir y
relacionarnos.
Pues con ese calor de pareja, con ese
calor de abuela pase algunos años bellísimos, donde mis padres no se limitaban
de que yo existía, igual iban a los bares, iban a las fiestas, me llevaban de
paseos, siendo un pedazo de crio como dirían; esto fue maravilloso porque era
uno más, no era una carga más como ahora se escucha a muchas personas hablar de
sus hijos cuando dicen “lastima hora si se dañó la vida salió embarazada”, que nivel de palabrota es esta como pueden
decir que se dañó la vida si la vida le está dando la misma vida con su hijo,
es increíble como algunas personas ven las bendiciones como malos augurios.
Pues nada yo fui muy feliz, he sido
feliz y sigo siendo feliz; yo no busco la felicidad la felicidad ha llegado a
mi desde que nací y me seguido acompañando es verdad que a veces se
ha tomado unas vacaciones pero seguro que han sido merecidas vacaciones.
Les cuento una anécdota para que vean
lo feliz que he sido, una vez cuando mis padres estaban llevando de paseo con
unos amigos, el vehículo donde andaban necesita que se colocaran cadenas para
que no resbalara, y ya al regreso aun cuando tenía cadenas los neumáticos resbalaron
y el carro salió de la vía y paramos en una cuneta casi patas arriba; todos buscándome
y cuentan que yo estaba de lo mejor dormido aun después de un buen biberón que
me había tomado momentos antes y ni mosqueado estuve, disfrutando del paseo
hasta con el revolcón.
Continuara…
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