martes, 28 de febrero de 2017

Mis Primeros Dias



Cuando nací el frio estaba aún un poco lejano, esperando cobijarme con poco para sentir calor; y como nací en la cuna de una pareja que se amaba locamente pues no puedo decir menos que agradecido nací.

Y como van a ver luego siempre ha sido una constante ser agradecido, no por falsa humildad sino que es cierto mi vida ha transcurrido entre las bondades de muchos con lo cual no puedo tener arrogancia alguna sobre mis éxitos ya que le debo todo a cada uno de los ángeles que he conocido hasta hoy.

Volviendo a mi nacimiento fue muy gracioso ya que en la época que nací los adelantos para los partos no estaban tan avanzados con lo cual me han sacado por algo que llamaban forcé y he nacido casi con dos cabezas te imaginaras lo feo que fueran las primeras fotos donde todo el mundo dice hay que bello él bebe aun cuando no sea nada bonito, pues yo era uno de esos, un bebe con una cabeza casi doble.

Tal vez ese echo marco que fuera tan ávido a conocer, desde pequeño he tenido la necesidad de explorar, la necesidad de saber cómo funcionan las cosas y cada vez más me convenzo que son muy fáciles que todo es un poco de lógica y dedicación nada más, no veo nada sobre extraordinario, veo que todo es posible la limitación la tenemos en las realidades propias de cada uno de nosotros, en nuestra historia, en nuestra manera de vivir y relacionarnos.

Pues con ese calor de pareja, con ese calor de abuela pase algunos años bellísimos, donde mis padres no se limitaban de que yo existía, igual iban a los bares, iban a las fiestas, me llevaban de paseos, siendo un pedazo de crio como dirían; esto fue maravilloso porque era uno más, no era una carga más como ahora se escucha a muchas personas hablar de sus hijos cuando dicen “lastima hora si se dañó la vida salió embarazada”,  que nivel de palabrota es esta como pueden decir que se dañó la vida si la vida le está dando la misma vida con su hijo, es increíble como algunas personas ven las bendiciones como malos augurios.

Pues nada yo fui muy feliz, he sido feliz y sigo siendo feliz; yo no busco la felicidad la felicidad ha llegado a mi desde que nací y me seguido acompañando es verdad que a veces se ha tomado unas vacaciones pero seguro que han sido merecidas vacaciones.
Les cuento una anécdota para que vean lo feliz que he sido, una vez cuando mis padres estaban llevando de paseo con unos amigos, el vehículo donde andaban necesita que se colocaran cadenas para que no resbalara, y ya al regreso aun cuando tenía cadenas los neumáticos resbalaron y el carro salió de la vía y paramos en una cuneta casi patas arriba; todos buscándome y cuentan que yo estaba de lo mejor dormido aun después de un buen biberón que me había tomado momentos antes y ni mosqueado estuve, disfrutando del paseo hasta con el revolcón.

Continuara…

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